La industria de las bebidas está creciendo en todo el mundo con oportunidades impulsadas por nuevas formas de consumir bebidas y cambios en las preferencias de los consumidores. La industria tiene una gran variedad de envases que se codifican en diferentes tipos de materiales, por lo general a altas velocidades. Una infraestructura de normativas y regulaciones cada vez más restrictiva exige que haya trazabilidad y marcado fiscal.
Los fabricantes están ansiosos por maximizar la productividad y la rentabilidad a través de una reducción en la repetición de trabajos y un mejor uso de los recursos, incluida una mejor integración a la línea de producción e incluso «fábricas con luces apagadas» completamente automatizadas.
Por lo tanto, es imprescindible elegir la tecnología correcta para cada aplicación para minimizar los dolores de cabeza de la producción y del mercado.